En el IES Antonio Calvín, instituto de secundaría en Almagro, Ciudad Real, se imparten unas clases de CCSS de tercero de la ESO diferentes a lo habitual.
Nosotros trabajamos con diferentes recursos, entre ellos Internet, usando ordenadores, tablets y móviles en clase sólo cuando es necesario.
En nuestras clases, el profesor no dicta información, nosotros la copiamos, después la estudiamos y al final la olvidamos, sino que trabajamos con nuestros recursos, haciendo proyectos con los que podemos usar nuestra creatividad y con los que aprendemos mucho más.
Hemos creado nuestra propia empresa, o en mi caso, ONG. Hemos creado nuestra propia ciudad, hemos sido periodistas y hemos investigado por nosotros mismos. Henos escrito nuestro propio libro y hemos creado contenido a partir de numerosas herramientas.
Al principio del proyecto, he de decir qwue estaba algo perdido. No estábamos acostumbrados a trabajar de esas manera, sino que simplemente estudiábamos y hacíamos exámenes. Pero cuando llevábamos algo de tiempo me acostumbre y ahora creo que no podría volver a la antigua manera.
Por supuesto que es costoso, pero echando la vista atrás y comparando lo que he creado y aprendido este año con lo que he aprendido y creado todos estos años en Ciencias Sociales, la gran ventaja que le saca este tercero de la ESO a los demás es aplastante. Y, de hecho, me siento orgullosa al pensar en todo lo que he hecho junto a mis compañeros, y todo el esfuerzo invertido merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario