Estaba sola,
un poco mareada,
en mi cama
algo me faltaba,
un hombre aquí a mi lado escaseaba.
Había una nota,
la empecé a leer:
"Espero que esta vez,
sí te portes bien, eh".
No sabía qué hacer,
salí corriendo
y me lo encontré.
¿Qué hice para merecerlo?
Nunca lo sabré.
Por ser mujer.
Así son las cosas,
y así seguirán.
Encerrada, encarcelada, arrestada,
en tu propia relación.
Maltratada, asesinada, rebajada,
sin ninguna razón.
Consumida en la tristeza,
esperando explicación.
Ven a por mí,
ya no quiero vivir,
en un mundo donde nadie
vela por mí,
aquí estoy sola,
ya no siento el corazón.
Ya no mola
ser mujer,
en esta prisión.
Quiero morir,
antes de soportar,
mi esperanza huir,
ante este malestar.
Mi amor,
no merezco
esta desazón,
ya no tienes razón.
Oscura oscuridad,
presa de mi libertad.
Ya ni creo que esto
pueda parar.
Asustada,
grito por la ventana,
ojala alguien me escuchara.
No me des la espalda.
Mermada está
mi ilusión.
Quizá tenga que tirarme
por el balcón.
El amor no es excusa para este dolor.
Cantando... Gritando...
Saltando al vacío del amor.
Soñando... pensando...
en que algún día todo irá mejor...
Es la cara de la moneda,
elegir a cara o cruz,
cara=amor,
y dolor=cruz.
Dos optativas,
en una relación,
lo normal es disfrutar,
y otras veces ya no.
En ese caso,
merece una despedida,
sin ninguna depresión,
esta relación,
que no da felicidad,
solamente dolor.
No te preocupes,
yo estoy aquí contigo,
si no tienes amigos,
tienes alguien que te escuche,
y que se ponga en tu lugar.
Amar no es sinónimo de pasarlo mal.
La base de la canción era de uso libre:
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